Blog diseñado para evangelizar, basado en las experiencias de Maria, Madre de Dios y madre Nuestra.
Totus tuus Maria, es una frase en latin que significa "todo tuyo Maria"

miércoles, 2 de junio de 2010

El culto a la bienaventurada Virgen María


En el Catecismo de la Iglesia Católica, en el numero 971 se habla del culto que se da a la Virgen María, veneración, no adoración. Es por tanto un elemento intrínseco del culto cristiano y es honrada, María, con un culto especial y desde los tiempos antiguos de venera con el titulo de la Madre de Dios.

Este culto es diferente al culto de adoración que se da al Verbo Encarnado, lo mismo que al Padre y al espíritu Santo. El rosario viene a ser la oración por antonomasia de la veneración mariana, que viene siendo la síntesis de todo el evangelio.

Como lo menciona el Catecismo, no debemos confundir el culto de adoración a Dios, y el culto de veneración a María, lo cual sucede muy cotidianamente en nuestra sociedad mexicana, a veces se piensa que es mejor rezar el rosario todos los días que el asistir a la santa Misa y recibir el cuerpo de Cristo.

Hay tenemos a las rezanderas cada que empiezan los 46 rosario de la Virgen de Guadalupe, que ni uno de los 45 día falta a un rosario, o los peregrinos que visitan el máximo templo mariano de México, el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, y lo hacen de rodillas. No digo que estas prácticas sean malas, si no que se deben de encausar a un buen fin, al testimonio real de amor a Dios que se refleja en el reconocimiento a su Madre, ya que por medio de ella tenemos a Cristo.

María, discípula y misionera


Cuando se le anuncia a María que seria la madre de Dios no se sintió la súper mujer, si no que reconoció su propia nada y se puso en manos del Altísimo siendo discípula, es decir, con la necesidad de aprender del maestro, para que un futuro, ya habiendo convivido y aprendido de su propio Hijo, fuera la misionera por antonomasia.

Aparecida menciona que María tuvo una misión única en la historia de la salvación concibiendo, educando y acompañando a su hijo hasta el suplicio definitivo. María es la gran misionera, continuadora de la misión de su Hijo. Ella, así como dio a luz al salvador del mundo, trajo el evangelio a América en el acontecimiento guadalupano.

Contenía Aparecida, con los ojos puestos en sus hijos María ayuda a mantener vivas las actitudes de atención, de servicio, de entrega y de gratitud de debe de caracterizar a los discípulos de su hijo.

Es así como María debe de ser vista como misionera, y mas aun, imitada en el sentido estricto de la palabra, ya que ella misma no solo fue misionera, si no que fue la causante de que la misión existiera.

Cfr. Doc. De Aparecida 266-272.

La Legión de María


María ha sido ejemplo de fuerza, de tenacidad, de amor, de entrega, de servicio. Es por eso que algunas personas toman sus enseñanzas para formar grupos apostólicos con el fin de que, a ejemplo de María, logren llevar a este mundo a un feliz reino.

Uno de los grupos formados a partir de María, es el llamado “Legión de María”, que es incoado por un grupo pequeño de jóvenes de Irlanda que tenían el deseo de hacer algo bueno por la humanidad, por la Iglesia y dispuesto a luchar contra el mundo y sus fuerzas nefastas, encabezados por el siervo de Dios Frank Duff.

Se organizaron a forma de ejército tomando como modelo el ejército romano. Tubo unos humildes comienzos, surgió espontáneamente en una tarde en donde un grupo de jóvenes, en torno a una mesa cuyo centro era la imagen de la Inmaculada Concepción sobre un lienzo blanco, entre dos floreros y dos candeleros con velas encendidas.

Tiene como finalidad la gloria de Dios por medio de la santificación personal de sus propios miembros mediante la oración y la colaboración activa a la obra de la Iglesia. Hoy en día la legión se ha extendido por todo el mundo, teniendo su cabecera en Irlanda.

Cfr. Manual de la Legión de María. Concilium Legionis Mariae. De Monfort Hause. Dublin Irlanda.2002.

María y la oración


María es la orante perfecta, figura de la Iglesia. Cuando le rezamos nos adherimos con ella al designio del Padre que envía a su Hijo para salvar a todos los hombres. Como el discípulo amado acojamos en nuestra intimidad a la Madre de Jesús, que se ha convertido en la madre de todos los vivientes. Podemos orar con ella y orarle a ella. La oración de la Iglesia esta como apoyada en la oración de María y con ella esta unida a la esperanza (CEC 2679).

Cuando decimos que María es la orante perfecta, es por que en realidad lo es, esa que meditaba todo en su corazón y que estaba en plena comunicación con Dios Padre y con Dios Hijo en la tierra. Ella se sometía a lo que la Providencia dictaba y no se quejaba. Esto solo lo puede hacer la persona que es orante, que esta en plena comunión con el creador.

Podemos orarle a ella, que, siendo la Madre de Dios, intercederá por nosotros, como una madre convence a su hijo para que se haga o cumpla algo. Ella, siempre que se lo pidamos, a Jesús le contara de mostros. Ella no cumple milagros, pero por ella, su Hijo, puede obrarlos.

Por tanto no perdamos la oración, y más aun la oración a ejemplo de María, que es la orante perfecta. Y recordemos que el rosario siempre será la mejor manera de orarle a Dios y de recordar a María.

Cuento


Los seres humanos siempre necesitamos de metáforas que nos ayuden a entender realidades. Es por eso que decidí escribir un pequeño cuento que habla de María y del poder del rosario.

Cuenta la historia que Dios estaba paseando por el cielo cuando se dio cuenta de que había muchas personas que no deberían estar en ese lugar. Con esa interrogante acudió a donde Pedro, y le pregunto que porque había personas de mas en el cielo, a lo que Pedro contesto, nunca me he retirado de la puerta y yo no he dejado pasar a nadie que no se lo merezca. Dios le encargo, por tanto, que diera una vuelta y que detectara el lugar por el cual se estaban colando las almas.

Pedro emprendió la encomienda, y revisando puertas y ventanas, desabrió que en una de las ventanas estaba María, y como que no queriendo aventaba su rosario desde el cielo hasta la tierra, y al subirlo traía consigo a varias almas.

Si bien es una alegoría muy folklórica, deja una buena enseñanza, que cuando se reza con devoción el Santo Rosario, María va a interceder fuertemente por nosotros.

Principales herejías que niegan a María


Es bueno empezar por definir herejía, que es una enseñanza en contra de la fe, que niega lo que es aceptado por la iglesia e intenta degradar cuestiones de creencias. Aquí veremos algunas de las principales herejías que le niegan a María su papel en la historia de la salvación.

Gnosticismo: niega la maternidad divina de María, indirectamente, enseñando a un doble Jesús. El nacido de María y el que llego a ser Cristo, el ungido, en el bautismo. María es madre de Jesús y no de Cristo.

Ebionitas: reconocen a Jesús únicamente como hombre muy santo, puro, predicador de una gran doctrina moral inspirada por Dios, de mucha ciencia, santísimo pero porque Dios vino a ese hombre, lo adopto, por tanto María seria madre de l hombre Jeas y no del hijo de Dios.

Nestorianos: niega la maternidad divina de María al afirmar que la virgen fue madre de la Persona humana llamada Jesús, pero no de la persona divina; por lo tanto hay dos personas en Cristo. Como María es madre de la persona de Jesús y no de la persona divina, por tanto es madre de Jesús.

Estas tres herejías hablan de una dualidad entre la persona humana de Cristo y la divina, doctrina que es absolutamente errona, ya que en Jesús están las dos naturalezas, y por tanto María es madre de Dios. Estas herejías quedan reducidas a nada.

La persona de María


María era una joven novia comprometida, como sabemos, con José de Nazaret, los dos eran jóvenes. Según los judíos las mujeres se casaban a los 15 años y los hombres a los 18. Vivian en Palestina que era un país subdesarrollado dominado por el imperio romano en donde no reinaba la paz. Después de la encarnación se da el decreto de Herodes de matar a todos los niños, por eso María se fue a Egipto.

Israel era un país pobre y solo ciertos grupos poseían dinero y riquezas, María, por tanto, era pobre. El que se casara con José, que era de la casa de David, nos hace pensar que ella también era descendiente de esa casa ya que se casaban entre si los de la misma tribu. El ser pobres se ve reflejado en el hecho de cumplir con el rito de la purificación en el cual llevaron el regalo de los pobres (Lc 5,7) dos tórtolas. José era jornalero, artesano, mil usos, estaba capacitado para muchas cosas.

María fue pobre de manera material y espiritual, se dejo llevar por los planes de la providencia. La táctica de Dios es valerse de instrumentos desproporcionados para llegar a su fin y así confiarnos en El.

María, una mujer que no tuvo miedo.


Si nos ponemos a pensar el contexto social y religioso en el que vivió María, nos daremos cuenta de que la mujer pasaba a un segundo plano, tan es así que no eran admitidas al templo de Jerusalén, si no que tenían que permanecer afuera, en uno de los atrios. De igual era mal vista una mujer que sangraba, en especial por motivos de su ser mujer, y algo que era imperdonable para ellas era el adulterio.

Cuando el ángel Gabriel le anuncia a María que será la madre de Dios, no fue fácil que ella aceptara, ya que en ese momento le vino a la cabeza el contexto en el que Vivian las mujeres de su tiempo; sabia bien que nadie le iba a creer, y por tanto iba a ser tomada como adultera y por lo tanto muerta por medio de la lapidación, es decir a pedradas.

A pesar de esto, María dice si, hágase en mi según tu voluntad, con este si dejo atrás el miedo a ser injuriada, a ser acusada de adulterio e incluso a ser muerta. Es por eso que María, dentro de su experiencia de vida, debe de ser tomada como una mujer que no tuvo miedo, que fue valiente y eligió seguir su camino a pesar de todo lo que le podía pasar, aceptando las consecuencias.

María, gracias por darnos ejemplo de amor y por enseñarnos a ser valientes. La invitación aquí es a todos los cristianos a no dejarnos llevar o caer por injurias o calumnias, que sepamos defender nuestras convicciones y que nada ni nade nos tumbe la fe, esa fe que esta fundad en Cristo. Al igual que Nuestra Madre debemos ser ejemplo para otros cristianos de amor y de fuerza.

lunes, 17 de mayo de 2010

Maria en la vida del seminario


Cuando se habla de Maria en la vida del seminario es imposible no remitirnos al momento de la imposicion de sotana, ese momento en el que todos los seminaristas recibimos las vestiduras correspondientes y distintivas de un hombre que ha decidido entregar la vida para Dios de manera sacerdotal. Y digo que es imposible no pensar en ese dia, ya que en el momento en que se nos presenta la sotana, el obispo dice una frase con la cual compeltamos "y me resivta con la alegria de los cielos y la proteccion de su madre santisima". En ese momento nos consagramos a nuestra Mdre, a Maria.


Es asi como desde los inicios del seminario Maria, toma un lugar importante, principal. Tal es asi que la devocion al rosario mariana es inculcada con especial cuidado para actarala en el corazon; de igual manera el rezo de la felicitacion sabatina de la Virgen Inmaculada que se reza en la mañana y termina con el rezo cantado del "salve Regina", cantico en latin.


Por tanto, todo seminarita atiende a los brazos amorosos de su madre cuando tiene dudas, tal y como lo deben de hacer todos los catolicos.

¿Por qué hacemos imágenes de la Virgen?


La economía de las Imágenes, como lo menciona el Antiguo Testamento, esta prohibida por Yhave, pero en el Nuevo Testamento, es el mismo Jesús quien inicia esta práctica cuando dice que quien lo ve a Él, ve a su Padre, Él mismo es imagen viva del Padre.


Por tanto el realizar imágenes de la Virgen María no es más que para recordarnos como es, recordar su amor y su protección. La imagen, ya sea en foto, estampita o bulto, “no es la Virgen María”, si no que representa una realidad superior.


Pongamos de ejemplo una fotografía de una persona querida, papa, mama, hermano, amigo, de quien sea, esa foto no es un papa, ni mama ni amigo, si no que, al verla, me recuerda a esa persona en especial y me despierta los sentimientos mismos que expreso al estar a su lado, tal es así que tendemos a apretar la foto, que al final no es mas que un pedazo de papel, a nuestro pecho, como si le estuviéramos dando un abrazo.

Así podemos definir el sentido real de las imágenes de María, que no son más que simples recordatorios de su amor, de su protección y de su filiación a Dios.

Advocaciones de María


María, la Madre de Dios, y Madre nuestra, ama y protege a todos los hijos que se le han confiado, otorgando una principal predilección a lugares o circunstancias concretas.

Para estas predilecciones María, se presenta en dicho lugar o momento de una manera personalizada, cercana a lo que se viva o a lo que se requiera en ese instante en concreto. Esta presentación de María no son un acontecimiento cotidiano, si no que se tiene que elegir a la persona y lugares indicados a los cuales se les dará el mensaje.

Es así que, cuando María, se asoma a la humanidad, lo hace respetando razas, costumbres y lugares. Tenemos por tanto que decir que la Virgen María adopta los rasgos de las personas de dichos lugares, tenemos que en África, se presenta con el color de su piel en negro, como lo son los lugareños, o un hecho mas cercano a nosotros, Santa María de Guadalupe se presenta con tez morena, mestiza, con facciones indígenas y con colores característicos de la región. Esto es, como lo mencione antes, una manera de estar seguros que somos hijos de María y que somos de su misma naturaleza.


Es así que tenemos muchas advocaciones Marianas, como lo pueden ser la de Fátima, la de Lourdes, la del Rosario, la de Atocha, la de Guadalupe, la del Inmaculado Corazón de María, la del Perpetuo Socoro, o nuestra Señora de las Victorias, nuestra Señora del Bueno Suceso.

Y así podemos seguir, pero lo importante es darnos cuenta de que María, nuestra Madre, nos ama y siempre que se pueda nos demostrara su amor presentándose a la humanidad.

miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Quien es Maria?


María nació en Nazaret, Galilea, 15 ó 20 años antes del nacimiento de Cristo. Sus padres, según la tradición, fueron Joaquín y Ana. María era judía. Fue educada en la lectura de los libros santos y en la obediencia a la ley de Dios. Hizo voto de virginidad. Se desposó con José estando ambos de acuerdo en permanecer vírgenes por amor a Dios. Un ángel del Señor se le apareció y le comunicó que el Espíritu Santo descendería sobre ella, y que de ella nacería el Hijo de Dios (Lc. 1, 35). María aceptó tan maravilloso destino con estas palabras: «Hágase en mí según tu Palabra», y en aquel instante Jesús fue concebido en su seno. El nacimiento del Niño fue en Belén de Judea y fue acompañado de diversas circunstancias, que refieren los Evangelios de Mateo y de Lucas.

Del Evangelio se desprende que María era humilde y pura; que era decidida y valiente para enfrentar la vida; que era capaz de callar cuando no entendía y de reflexionar y meditar; que se preocupaba de los demás y que era servicial y caritativa; que tenía fortaleza moral; que era franca y sincera; que era leal y fiel. María es, como mujer, un modelo para las mujeres. Es también para los hombres el tipo ideal de mujer.

¿Nuevo Dogma?


Un gran debate se suscita en la Iglesia en torno a la posible declaración papal de un quinto dogma Mariano:
"María Corredentora, Mediadora y Abogada".

Cuando se habla de María Corredentora, mediadora y abogada, es importante saber que sin duda se trata de verdades reconocidas por la Iglesia como doctrina. Entonces este debate, entre Católicos, no debería cuestionar la doctrina sino mas bien analizar si debería el Santo Padre proclamarlas dogmáticamente.

Muchos cardenales y obispos apoyan públicamente al movimiento vox populi que promueve este dogma.

Cuando se habla de María como Corredentora, Mediadora de todas las gracias y Abogada (que sería el título completo), significa que, aunque todos estamos invitados a participar como mediadores en la distribución de las gracias salvíficas ganadas por Cristo, la de María fue una participación excepcional, por encima de cualquier otra, misteriosa y sobrenaturalmente fructífera y eficaz, e incluso posiblemente necesaria para la Salvación. Según esta doctrina, María, a través de su «fiat» voluntario y libre y de todas sus obras, se convierte en la mediadora de todas las gracias que vienen al mundo. Es decir, que su acto hizo que nuestra redención fuera posible. A diferencia de todos nosotros, que solamente podemos cooperar en la distribución de las gracias redentoras, María cooperó también en su adquisición. En palabras de Juan Pablo II, «La colaboración de los cristianos en la salvación tiene lugar después de lo acontecido en el Calvario. María, en cambio, cooperó en el evento mismo; de esta forma, su cooperación abarca la totalidad de la obra salvífica de Cristo. Solamente ella estuvo asociada de esta manera con el sacrificio redentor que mereció la salvación de la humanidad, como la nueva Eva asociada del nuevo Adán». Según Jean Galot, S.J., reconocido teólogo de Roma, «María fue rescatada únicamente por Cristo, para que toda la humanidad fuera rescatada por Cristo con la colaboración de su Madre...».
Por tanto, a nosotros, solo nos resta esperar la resolucion de la Santa Sede, de que si decide proclamar Solemnmemente este quinto dogma o de darla mas largas.

martes, 11 de mayo de 2010

La Asuncion de Maria


El dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial.

Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus:

"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".

La importancia de la Asunción para nosotros, hombres y mujeres de comienzos del Tercer Milenio de la Era Cristiana, radica en la relación que hay entre la Resurrección de Cristo y la nuestra. La presencia de María, mujer de nuestra raza, ser humano como nosotros, quien se halla en cuerpo y alma ya glorificada en el Cielo, es eso: una anticipación de nuestra propia resurrección.

El misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo nos invita a hacer una pausa en la agitada vida que llevamos para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último: la Vida Eterna, junto con la Santísima Trinidad, la Santísima Virgen María y los Angeles y Santos del Cielo. El saber que María ya está en el Cielo gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido a aquéllos que hagamos la Voluntad de Dios, nos renueva la esperanza en nuestra futura inmortalidad y felicidad perfecta para siempre.

La Inmaculada Concepcion


En el año 2004 se celebró el 150 aniversario de la Proclamación del Dogma de que María fue concebida sin pecado original, sin mancha. El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.

"...declaramos, proclamamos y definimos que la doctrina que sostiene que la beatísima Virgen María fue preservada inmune de todo mancha de la culpa original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús Salvador del género humano, está revelado por Dios y debe ser por tanto firme y constantemente creída por todos los fieles ... " Pío IX, bula Ineffabilis Deus, 8 de diciembre de (1854)

La Concepción: Es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana. María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir, María es la "llena de gracia" desde su concepción. Cuando hablamos de la Inmaculada Concepción no se trata de la concepción de Jesús, quien, claro está, también fue concebido sin pecado.

María es un signo anticipado: de limpieza, de belleza, de santidad, de perfección, de plenitud, de vida nueva, de victoria pascual. Es un anticipo del ideal humano, del proyecto que Dios había soñado para el hombre. Un modelo, por lo tanto, para cada persona humana, para cada creyente, para la Iglesia, para la humanidad. Lo que tanto soñamos y deseamos es posible, en María se ha realizado ya.

viernes, 7 de mayo de 2010

La Virginidad Perpetua de Maria


La doctrina de la Iglesia, desde el comienzo, mantuvo la virginidad de María, que está entrelazada con la maternidad divina de María, una cosa va con la otra. La señal prodigiosa de que una virgen iba a dar a luz sin conocer varón supera todas las señales que desde el comienzo del antiguo testamento marcaron el camino extraordinario de Dios.

El concilio de Constantinopla II (553) introduce la referencia de la virginidad perpetua de María: “Tomó carne de la gloriosa Theotokos y siempre virgen María”. El Papa Martín I convoca en el concilio de Letran (649) donde en el tercer canon del concilio se afirma en forma dogmática la perpetua virginidad de María: “Si alguno no confiesa, según los santos padres, que la santa y siempre virgen e inmaculada María sea en sentido propio y según verdad madre de Dios, en cuanto propiamente y verdaderamente ha concebido del Espíritu Santo, sin semen, y ha dado a luz, sin corrupción, permaneciendo aún después del parto su indisoluble virginidad, al mismo Dios Verbo, nacido del Padre antes de todos los siglos, sea anatema”.

Este concilio aunque no fue ecuménico, de toda la Iglesia, sin embargo después el Papa Martín I envió cartas a todas las iglesias de Oriente y Occidente, para que todos los fieles cristianos aceptasen estas verdades piadosas de la recta doctrina. Es considerado por lo tanto como un dogma mariano para la Iglesia universal.

La virginidad de Santa María puede entenderse en un triple sentido:

Virginidad de mente, es decir, un constante propósito de virginidad, evitando todo aquello que repugna a la perfecta castidad. Este es el llamado aspecto espiritual o de entrega total a Dios.

Virginidad de sentidos, o sea, la inmunidad de los impulsos desordenados de la concupiscencia. Este es el llamado aspecto moral.

Virginidad del cuerpo, esto es, la integridad física jamás violada por ningún contacto de varón.

El dogma mariano del cual ahora tratamos se detiene a considerar, principalmente, la integridad corporal de Santa María, y así la Iglesia nos enseña que María Santísima:

-Era Vírgen al concebir a Nuestro Señor (antes del parto)

-Fue Vírgen al dar a luz al Señor (en el parto)

-Permaneció Vírgen después del nacimiento de Cristo (después del parto).

La Maternidad Divina de Maria

Este Dogma Mariano fue el primero en aceptarse por la Iglesia Catolica.

El dogma de la Maternidad Divina se refiere a que la Virgen María es verdaderamente Madre de Dios. Fue solemnemente definido por el Concilio de Efeso en el año 431. Tiempo después, fue proclamado por otros Concilios universales como el de Calcedonia y los de Constantinopla.

La palabra utilizada en griego fue Theotokos, que significa: la que dio a luz a Dios, la paridora de Dios.

Esta afirmación no quiere decir que Dios tiene su origen en María, sino que de María salió una persona que es Dios. Ella dio a luz a alguien que es Dios; hombre verdadero y Dios verdadero. El origen de Jesucristo es divino; engendrado del Padre antes de los siglos, desde la eternidad, pero hecho hombre por la encarnación en María. Ella es su madre, y por lo mismo es Madre de Dios, puesto que Jesucristo es Dios.

En la Biblia encontramos varias citas que apuntan a esta realidad mariana; Lucas relata la anunciación del ángel a María (Cf. Lc 1,26-38), donde se establece un diálogo entre ella y el ángel, éste le dice que concebirá un hijo que será llamado Hijo del Altísimo (Lc 1,32).

El Concilio de Efeso, del año 431, siendo Papa San Clementino I (422-432) definió:

"Si alguno no confesare que el Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y que por tanto, la Santísima Virgen es Madre de Dios, porque parió según la carne al Verbo de Dios hecho carne, sea anatema."

El Concilio Vaticano II hace referencia del dogma así:

"Desde los tiempos más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles acuden con sus súplicas en todos sus peligros y necesidades" (Constitución Dogmática Lumen Gentium, 66)

Los Dogmas Marianos


En esta primera entrega quisiera hablar de los Dogmas Marianos, que si bien, los que estamos dentro de la doctrina Católica e incluso los que no, los hemos oído o hasta nombrados, cociente o inconscientemente, por tanto es presos definir claramente lo que esto significa.
Para empezar debemos definir lo que la Iglesia Católica llama dogma de fe, a saber: son aquellas doctrinas que la Iglesia propone para ser creídas como formalmente reveladas por Dios. Los dogmas pertenecen al depósito de la fe de una manera irreversible.
Una doctrina se reconoce como dogma por una de las siguientes razones:

1- Ha sido solemnemente definida como tal por el Magisterio de la iglesia. Esto puede ocurrir en un Concilio Ecuménico o por un pronunciamiento ex cathedra del Papa. (Ejemplo: La Inmaculada Concepción de María)
2- Ha sido enseñada como tal por la Tradición invariable de la Iglesia y no requiere ser proclamada dogmáticamente. (Ejemplo: La condena al aborto)

Negar algún dogma significa negar la misma fe, pues supone negar la autoridad de Dios, que lo ha revelado.


Dentro de los dogmas tenemos los Dogmas Marianos, que son verdades de fe que definen cierta cualidad o elevacion divina de María, la madre de Dios. Estos son 5, a saber: La Maternidad Divina de María, la Inmaculada Concepción de María, la Virginidad Perpetua de María y la Asuncion de María. Estos son los 4 Dogmas Marianos reconocidos a través de la historia.


Para terminar podemos hablar de una corriente que postula un quinto dogma, María Corredentora, que aun no es reconocido por el Magisterio, pero que esta pesando fuertemente de manera positiva